Jornada de "puertas cerradas"

Teníamos ilusión por ascender y visitar el Telégrafo de Cañada, pero una maldita valla y puerta cerrada nos lo impidieron, la verdad es que no sé por que algunos se empeñan en ponerles puertas al campo, es injusto, el campo es de todos. Lamentablemente nos quedamos a escasos 200 mts de nuestro destino y nuestra ilusión se terminó convirtiendo en decepción, tenía ganas de subir a ese sitio y me quedé con eso, con las ganas.

Tuvimos la suerte de dar la bienvenida a un nuevo aventurero en esto de la bicicleta y los caminos, a nuestro amigo Jose Luis, del cual esperamos que esta primera etapa haya resultado amena para él y que le anime para seguir montando en bici. 

Que suerte la tuya Gabi, no viniste a esta etapa y esperamos que disfrutases de la excusa (que todos sabemos cual es) para no acompañarnos en esta ocasión.

Fué una bonita mañana para montar en bici, la temperatura era excelente y atrás se quedó el frio que pasamos en anteriores semanas.
Desde el camino verde, pasando por la finca Cantagallos y cruzando el aeropuerto, nos plantamos en Cañada de Calatrava, cierto es que durante todo el camino de ida el aire nos daba de cara y consiguió fatigarnos más de la cuenta, el aire en contra aunque sea poco, es muy molesto, agotador.
Hizimos una parada antes de la ascensión, en la iglesia del pueblo, donde nos recibió el muchacho encargado de tener preparada la iglesia para los oficios, Lucas, que departió unos instantes con nosotros.

A la salida de Cañada y dirigiéndonos al Torreón, fué donde surgió nuestro problema, la puerta de acceso estaba cerrada. Imposible acceder por ahí.

No cejamos en nuestro empeño y nos adentramos por la finca colindante, donde durante algún rato pedaleamos entre el ganado vacuno que tranquilamente pasta por esos lares. Alguna vaquilla si que nos miraba un tanto extrañada y procuramos pasar en silencio y con respeto a los animales. Sobre todo Luis, que decidió quedarse el último, por si alguno de estos animales decidía embestirnos. No fué así, tomamos un camino a la izquierda y por fin pudimos coger el camino "bueno", el que nos llevaba hasta el Torreón.
Larga rampa y con un desnivel importante, la que nos llevó hasta la maldita puerta, esa que nos dejó como dije antes a escasos metros de nuestro destino.

Avituallamiento y vuelta a casa, por el mismo camino, pero con una diferencia, ahora el viento soplaba a nuestro favor, lo que hizo que el viaje de vuelta, fuese más rápido.

Y como no!!!...para llevarnos la contraria, Luis, que se empeñó esta vez en hacer la vuelta, esta vez con el plato pequeño!!!...manda huevos el tío!!!!!.