La tarde pintaba regular, varios días sin salir a lo que debíamos añadir el fuerte calor reinante a la hora de inicio, hacían presagiar un fin de etapa antes de lo esperado, pero una vez en la ruta y habiendo cogido el ritmo, nos plantamos de repente en el Castillo de Ciruela, antiguo núcleo de población de los años 50-60, en el que pudimos contemplar la enorme piedra volcánica que se encuentra allí, ya que en la antigüedad la zona fué un volcán.
Continuamos con nuestro regular pedaleo, para después de una bajada un tanto peligrosa, hacia el rio Jabalón, nos acercamos a los terrenos colindantes del "famoso aeropuerto", en el que tuvimos la enorme fortuna de poder contemplar el aterrizaje y posterior despegue de dos aeronaves, seguramente las dos que en toda la semana se mueven en este aeropuerto, por eso digo lo de la suerte.
Continuamos el curso del rio Jabalón, por un mal camino lleno de vegetación y baches hasta llegar a otro núcleo urbano, en este caso La Puebla, para desde allí y con las fuerzas un tanto justas, llegar a Miguelturra por un pésimo camino de ramajes y cardos variados y finalizar felizmente la etapa.
Es digno de reseñar que el Presidente de nuestro afamado club de Mountain Bike, que por cierto hoy estrenaba maillot con los colores de una empresa que pronto se sumará al patrocinio, salió, como no era de esperar otra cosa, a la puerta de su casa para ayudarnos a refrescar nuestras gargantas con un zumo de malta bien frio.
1 comentario:
y no hemos pinchado, que buenas ruedas hacen en Taiwan.
Valla mierdo de camino, y un tramo lo denominan Ruta del Quijote.
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